
Los días, semanas y años pasan y ocurren muchas cosas en nuestras vidas. Pensamos que todo esta bien que vamos resolviendo los problemas u obstáculos que ella nos pone con mucha facilidad e hidalguía, pero, a veces, no nos damos cuenta que esto va dejando una huella en nuestras vidas, porque tal vez la forma que resolvimos los problemas no fue la más adecuada para nuestra carga interior y vamos sembrando una semilla que luego crece y crece y se llama resentimiento. No cerramos etapas, no tomamos decisiones de fondo, no tuvimos conversaciones y el resultado es una amargura, ver todo oscuro y la esclavitud hacia las personas que fueron participando en los acontecimientos. Y estos síntomas de esclavitud se presentan en nuestro lenguaje y es que todos tienen la culpa de lo que nos pasa menos nosotros. Y, generalmente, pensamos que tenemos que perdonar a terceros, pero y que pasa con el perdonarnos a nosotros mismos, ya que todo lo que nos ocurre en nuestra vida nosotros somos los responsables de ello. Entonces, ¿cómo me puedo perdonar?, ¿cómo puedo cambiar del estado del resentimiento a la aceptación? y ¿por qué querer cambiar de estado? Porque las opciones que se presentan en el estado del resentimiento no son muy buenas. No hay alegría verdadera, se obstruyen nuestras posibilidades de acción, porque el pasado predomina sobre el presente y no deja avanzar al futuro, además se genera hostilidad en el medio que nos rodea y la coordinación de acciones se dificulta enormemente y por sobre todo que el resentimiento nos arrebata nuestra libertad.
Entonces, ¿Qué pasa con nosotros mismos? Lo más probable es que no estamos aceptando lo que nos ha ocurrido y que nos ha hecho tal como somos, y tal vez no nos gustamos en lo que nos hemos transformado. Entonces, no tenemos que olvidar que está la opción de elegir si ésta es la forma en que realmente queremos ser y si deseamos cambiar algo, está en nuestra voluntad hacerlo.
Las acciones que hay detrás de las palabras mágicas perdón, voluntad y cambio nos pueden permitir realizar los pasos necesarios que nos lleven del estado de ánimo del resentimiento a la aceptación y con ello estamos aceptando que no podemos cambiar lo ocurrido y estamos en paz con las posibilidades que nos fueron cerradas y con esto estamos abriendo el camino al futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario